Coreografía
Mickael Marso Riviere
Música
Miguel Marin
Vestuario
Vladimir Cuenca
Luces
Pedro Benítez
Adaptación del solo Eteins Pas de Marso, en el que el autor crea un nuevo lienzo y un nuevo viaje para la obra: “La cantidad de bailarines en el escenario es un emocionante desafío. Esta pieza la siento de manera muy personal; los bailarines representan el polvo y las cenizas que se unen, que se reforman y renacen, y luego se desvanecen y dispersan nuevamente, como en el círculo de la vida”.